Regla número 8 del trading: no respetar las reglas clásicas de trading

Puede parecer extraño tener una regla de trading que afirma que no deben seguirse las reglas. No obstante, yo pienso que existen reglas de trading «clásicas», generalmente aceptadas, nunca cuestionadas, que aplican la gran mayoría de los traders que pueden ser nefastas para nuestros resultados.

No está de más recordar que más del 90 % de los traders pierden dinero a corto y medio plazo. Si quitamos los traders principiantes, que más que a la bolsa se dedican a apostar, controlando mal su apalancamiento y sus emociones, aún nos quedará una gran mayoría de traders experimentados, curtidos, que no consiguen generar beneficios con regularidad a lo largo del tiempo. Y sin embargo, muchas veces son enciclopedias de trading, dominan todas las teorías, todos los indicadores, han leído cientos de libros sobre trading... Dominan a la perfección el tema en la teoría, pueden dar cursos, pero no tienen beneficios regulares. De hecho, el trading es mucho más que la acumulación de conocimientos, evidentemente fundamentales para el trader. Sin embargo, en el caso del trader, un exceso de conocimientos mata el conocimiento. Le resulta perjudicial, le nubla la visión de los mercados. Le lleva a la confusión porque tal indicador va a entrar en contradicción con tal otro; uno le dirá que hay que empezar a vender retirando los beneficios, ya que los mercados financieros están recalentados, otro le indicará que aún hay margen para la subida y el análisis gráfico predecirá un derrumbe de los mercados. Desenvuélvase con todo eso.

Estas son las razones por las que defiendo firmemente que cada trader establezca sus propias reglas y que las respete (las ganancias y la regularidad solo provienen de la fría aplicación de estas reglas). La clave del éxito en el trading reside en la personalización. Todos los traders que se ganan la vida con el trading por cuenta propia tienen esta peculiaridad: piensan por sí mismos, no aplican un método «milagro», han adaptado su forma de operar a lo que son, a su capacidad psicológica, a su capital... Las reglas o los métodos de trading «clásicos» son pret-a-porter, metodologías medianas que pueden aplicarse a un trader medio, con un capital mediano y una psicología dentro de la normalidad. Valemos más que el listo para llevar, listo para pensar, listo para operar.

Hay que asumir las pérdidas y dejar correr las ganancias

Algunas reglas como «hay que asumir las pérdidas» tienen sentido y salvarán su capital de la ruina, pero le propongo, a modo de ejemplo, que ponga en duda la segunda parte de esta regla clásica del trading que es: «dejar correr las ganancias».

He aplicado esta regla durante años y he perdido dinero en la bolsa durante años... porque no concordaba conmigo en absoluto. Después de más de diez años de pérdidas muy regulares, decidí dar un giro radical a mi forma de operar y tirarlo todo por la borda, todo lo que había podido aprender no me servía ya que no conseguía tener ganancias regulares. Así que quité todos los indicadores que tenía delante de los ojos, mis gráficos de bolsa parecían el cuadro de mandos de un Boeing y, después de haber analizado las decenas de miles de operaciones que había hecho en los últimos años (trabajo de titanes que duró seis meses), descubrí algo que nunca había visto con tanta claridad: el 90 % de mis operaciones perdedoras habían sido, en un momento dado, ganadoras... Para mí, el «dejar correr las ganancias» se transformaba en pérdidas abismales. A partir de esta constatación, probé unos meses mi nueva regla: «hay que asumir las pérdidas y retirar rápidamente las ganancias». Mi nuevo objetivo era, pues, el siguiente: en cuanto una posición era ganadora, me disponía a cerrarla, incluso con una ganancia modesta. La idea era que no debía transformar una posible ganancia en pérdida real. Más vale pájaro en mano que ciento volando.

Romper las reglas

Hay que asumir las pérdidas y retirar rápidamente las ganancias

Al adaptar esta regla clásica de trading, he llegado a desarrollar un estilo muy particular de scalping que yo llamo el microscalping. Hago scalping para ganar por término medio entre 1 y 2 puntos. De esta forma, en una jornada de bolsa, puedo lanzar de 10 a 50 órdenes con un porcentaje de éxitos considerable. Ahora retiro mis ganancias con enorme rapidez y esta acumulación de microganancias da resultados adecuados a final de mes con un riesgo mínimo.

Volviendo la vista atrás, psicológicamente, cuando una posición era ganadora y se ponía en rojo, me costaba mucho más encajar la pérdida... Porque creo que, inconscientemente, lo encontraba «injusto» y me centraba en la idea de que iba a recuperarme. Y mi pérdida se agravaba. He perdido dinero durante diez años en posiciones que, en un momento dado, eran ganadoras. He tenido que repetirme esta frase cientos de veces para convencerme, porque esto iba en contra de la regla clásica: «dejar correr las ganancias»... Regla que he intentado seguir en vano y que me ha costado muy cara. Cerrando esas posiciones con una ganancia aunque fuera modesta, habría podido ahorrar decenas de miles de euros que se fueron en pérdidas...

Con esta nueva regla de trading, que me he creado a la medida para compensar mi fragilidad psicológica (a saber: no conseguir encajar una pérdida rápidamente cuando la posición fue ganadora en un momento dado), tengo, por supuesto, otro tipo de frustración: gano + 2 puntos, en cuanto cae a + 1 punto, cobro y, a veces, unos minutos más tarde la posición habría sido ganadora en + 20 puntos. Pero consigo soportar bien esta frustración porque sé que este método me permite ganar dinero con suma regularidad y mi psicología me permite suportar con facilidad este tipo de frustración. La ganancia cobrada me tranquiliza.

Por supuesto, mi propósito no es que adopte las mismas reglas de trading que yo, no tendría sentido ya que no es yo: cada uno es único, por lo que es necesario encontrar reglas propias. Llegó al trading como original. Asegúrese de no terminar en copia, porque eso le matará. Esto significa que tendrá que forjar sus propias reglas, sus propias herramientas... Pero, a los mejor, le hace falta también barrer algunas certidumbres sobre su trading arraigadas durante años para ser más eficaz. A fin de cuentas, poco importa la forma, el veredicto en bolsa es inapelable: en la bolsa, se gana dinero... o se pierde dinero…